Aunque ya estamos en otoño aun pueden encontrarse calabacines en las huertas. Este en concreto, ya bastante grande, me lo regaló un vecino la semana pasada y se me ocurrió prepararlo así, empanado, frito, y acompañado de un queso cremoso de oveja con mucha personalidad y unos dados de tomate...
Ingredientes para dos personas:
- 1 calabacín grande.
- 1 huevo.
- 8 cucharadas de pan rallado.
- 1 cucharada de hierbas provenzales.
- 1 tomate pequeño.
- 50 gr. de queso de oveja cremoso.
- Perejil fresco picado.
- Aceite de oliva.
- Sal.
Poned a calentar una sartén con un par de dedos de aceite a fuego medio (mas o menos a una potencia de 6 sobre 10)
Cortad el calabacín en rodajas gruesas, como de un dedo de anchas, saladlas por ambas caras y dejad que suden un poco. Entre tanto, coged 2 platos hondos. En uno batid el huevo y en el otro mezclad bien el pan rallado con las hierbas provenzales.
Secad con papel de cocina las rodajas de calabacín del agua que hayan soltado, pasadlas por el huevo, después por el pan rallado y freidlas en el aceite ya caliente hasta que estén bien doradas.
Cortad el tomate en pequeños dados, aliñadlos con un poquito de sal, y a la hora de emplatar, colocad la rodaja de calabacín empanado con una cucharada del queso cremoso por encima, colocad sobre el los dados de tomate y el perejil picado. Veréis que rico queda...
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