Tiempo de elaboración: 20 minutos
Coste por persona: 2,73€ aprox.
Valor energético aproximado: 839 Kcal. por ración
Los bocartes del cantábrico son un manjar del que nos encanta disfrutar en estos meses de primavera. Ahora, una vez pasada la fiebre inicial de las primeras capturas, podemos encontrarlos a buen precio y se nos ocurrió que podíamos preparar algo original con ellos, lo que unido a que hacia mucho tiempo que no preparábamos pizza en casa dio lugar a este platazo que os traemos aquí...
Ingredientes para dos personas:
- 260 gr. de masa para pizza refrigerada
- 175 gr. de tomate frito
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen
- 1 diente de ajo
- 10 hojas de albahaca fresca
- 1 cebolla
- 150 gr de queso Divirin (u otro queso de vaca no muy curado que tengáis, preferiblemente artesano)
- 8 bocartes frescos ya limpios (unos 160 gr.)
- Sal
- Pimienta negra recién molida
Lo primero de todo encended el horno a máxima potencia, en nuestro caso era a 250º y dejad la rejilla fuera, para facilitaros meter la pizza mas tarde. Poned una sartén pequeña a fuego medio con una cucharada de aceite. mientras toma temperatura picad fino un diente de ajo y echadlo en la sartén. En cuanto empiece a tomar color agregad el tomate, dejadlo al fuego un par de minutos y removedlo de vez en cuando para evitar que se pegue. Picad las hojas de albahaca y una vez el tomate este listo, echadle la mitad del picado de albahaca y retirad la sartén del fuego; removed bien para integrar la albahaca en la salsa y dejad que se infusione con el calor residual de la sartén.
Mientras, partid en trozos grandes la cebolla, ponedla en la picadora y picadla bien finita.añadid despues un buen pellizco de sal y removed bien.
Desenrollad la masa de pizza refrigerada (por supuesto, si queréis hacer vuestra propia masa de pizza mucho mejor) y hacedla un poquito mas fina extendiéndola con la mano hacia afuera. Esto le dara un aspecto mas rústico. Sin quitarla del papel parafinado sobre el que viene, extended la salsa de tomate sobre ella con ayuda de una cuchara dejando un pequeño borde de masa sin untar. Echad por encima la cebolla picada y repartid trocitos de queso por toda la pizza. Nosotros le hemos quitado la corteza para que el sabor del queso sea mas suave. Después nos hemos comido esas ricas cortezas de divirín mientras se horneaba la pizza, jeje... Quizá al ponerlo os parezca poco queso, pero de este modo conseguiréis un buen equilibrio entre los ingredientes.
Con cuidado, agarrando el papel parafinado, pasad la pizza a la rejilla e introducidla en el horno a media altura.
Dejadla en el horno hasta que la masa empiece a tomar color, en nuestro caso fueron unos 10 minutos.
Mientras se cocina la base prepararemos los bocartes, que aunque ya los habremos traído limpios de la pescadería, les retiraremos la espina central. Esto es muy sencillo y se hace tan solo separándola con los dedos de los lomos del bocarte empezando por la parte del tronco y bajando hacia la cola, que tambien retiraremos. Es el mismo proceso que si fuésemos a hacer boquerones en vinagre.
Una vez veamos que la masa ya a empezado a dorarse, sacaremos la rejilla con la pizza fuera del horno y colocaremos sobre ella los bocartes con la piel hacia arriba e introduciremos de nuevo la pizza por unos 4 o 5 minutos. Es importante no tener los bocartes demasiado tiempo en el horno para evitar que se sequen.
Una vez pasen esos 4 o 5 minutos, sacad la pizza del horno y echad por encima la otra mitad de la albahaca picada, dejadla enfriar un par de minutos y listo para llevarlo a la mesa...
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